La principal diferencia entre una higiene dental y un mantenimiento periodontal es en el área en que se realiza una y otra. Mientras que la limpieza dental se realiza sobre el cuello dental, los espacios interdentales y la línea de la encía, eliminando la placa bacteriana, sarro y tinciones que se encuentran en la zona visible, el mantenimiento periodontal o curetaje implica la parte interna del periodonto que está por debajo de la línea de la encía, el cual es el seguro de salud de encías para pacientes con gingivitis, periodontitis e inflamaciones periimplantarias.
En ambas se realiza lo siguiente:
- Eliminamos placa, cálculo y tinciones visibles.
- Ayudamos a mantener buenos niveles de placa por parte del paciente mediante el refuerzo de instrucciones de higiene.
- Valoramos y tratamos los factores de riesgo de las enfermedades de las encías.
- Detectamos zonas de activación de las enfermedades de las encías para tratarlas con anticipación.
La recomendación de los odontólogos es que tanto una como se otra, se lleve a cabo entre 4 meses en los casos con más riesgo, y el año, en los casos que éste es menor, en función de la calidad de la higiene oral que se realiza en casa. De esta manera ayudamos a prevenir la enfermedad periodontal (gingivitis y periodontitis) y mantener una buena salud bucodental. Por otra parte, también permite eliminar las manchas que los alimentos, el café o el tabaco, entre otros agentes externos, hayan podido producir en la superficie dental.
El mantenimiento periodontal, generalmente, suele realizarse siempre que exista una enfermedad periodontal, aunque no es una condición esencial. Es posible que en el momento de realizarse una limpieza dental o un tratamiento odontológico cualquiera se detecte la existencia de lo que se denominan bolsas periodontales, y que son acumulaciones de placa bacteriana bajo la línea de las encías, que pueden llegar hasta la raíz y, además de la inflamación y sangrado de las encías, podrían afectar de forma irreversible a las estructuras que mantienen fijo el diente, de modo que éste empezaría a moverse.
El mantenimiento se realiza precisamente para eliminar las bolsas periodontales y, por tanto, la placa bacteriana y el sarro que se encuentre por debajo de la línea de las encías. Para ello se utiliza un instrumento denominado cureta, con el que se accede al interior de la encía y se procede a raspar las raíces del diente y extraer el sarro. Al finalizar esta limpieza dental profunda, la encía volverá a adherirse al diente, aunque es posible que inicialmente se presente alguna molestia, sensibilidad a los cambios de temperatura (frío y calor) y sangrado leve del periodonto. Aun así, esta es la mejor manera de frenar la progresión de la enfermedad periodontal y evitar daños irreparables en el diente.
Cuando realizamos una higiene, la anestesia no es necesaria en la mayor parte de los casos, pero es importante la presencia de un odontólogo para casos excepcionales que la requieran.
El tiempo para llevar a cabo estas visitas en buenas condiciones oscila entre los 45? y 1 hora.